1. Tenía el aspecto de un gran insecto cojo que quería hacerse a la fuerza un sitio en el mundo.
(Knut Hansum. Hambre)
(Knut Hansum. Hambre)
2. Y aunque debido a su herida Gregor había sufrido, probablemente para siempre, una merma en su capacidad de movimiento, y de momento necesitaba, como un viejo inválido, muchos y largos minutos para cruzar su habitación -imposible pensar ahora en trepar a las alturas-, a cambio de este empeoramiento de su estado recibió una compensación, según él más que suficiente, y era que siempre, al anochecer, se abría la puerta de la sala de estar, que él ya solía observar fijamente entre una y dos horas antes, de modo que, tumbado en la penumbra de su habitación y sin ser visto desde la sala de estar, podía ver a toda la familia sentada a la mesa iluminada y escuchar su conversación, en cierto modo con el consentimiento general.
(Franz Kafka. La transformación)
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