lunes, 4 de mayo de 2009

Albert Cohen - Franz Kafka



1.Tenía el convencimiento de que cuanto veía existía real y auténticamente, de verdad pero en pequeño, dentro de mi cabeza. Si me hallaba a orillas del mar, estaba seguro de que aquel Mediterráneo que veía existía también en mi cabeza, no la imagen del Mediterráneo sino aquel mismo Mediterráneo, minúsculo y salado, en mi cabeza, en miniatura pero auténtico y con todos sus peces, si bien pequeños, con todas sus olas y un sol abrasador, un mar de verdad con todas sus rocas y todos sus barcos enteros en mi cabeza, con carbón y marineros vivos, cada barco con el mismo capitán del exterior, el mismo capitán pero muy enano y que podría tocarse si tuviera unos dedos lo bastante finos y pequeños. Estaba seguro de que en mi cabeza, circo del mundo, estaba la tierra verdadera con sus selvas, todos los caballos de la tierra pero así de pequeños, todos los reyes en carne y hueso, todos los muertos, todo el cielo con sus estrellas…
(Albert Cohen. El libro de mi madre)

2.Tal cosa por cierto sería como un cuento de hadas, maravilloso, pero en ello reside justamente lo problemático. Es demasiado, tanto no puede conseguirse. Es como si alguien que estuviera preso no sólo guardara la intención de fugarse, cosa que quizá sería alcanzable, sino además y al mismo tiempo, la intención de reconstruir la prisión haciendo de ella un lujoso castillo para sí. Así pues, si realiza la fuga, no podrá reconstruir, y si reconstruye no podrá fugarse.
(Franz Kafka. Carta al padre)

3 comentarios:

  1. mi señor padre, que tiene sus cosas pero también tiene momentos memorables, siempre dice que "no se puede repicar e ir en la procesión". claro que kafka es mucho kafka y lo define mucho más gráficamente

    besos

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  2. tengo cuatro chegas de saudade distintas: toquinho e vinicius; vinicius e tom jobim; caetano solo y caetano y chico buarque

    o sea, a rosa passos no... pero la buscaré

    la bossa y sus derivados melancoliza, ma non troppo. diría que va con el carácter brasileiro si no fuera demasiado tópico y si no pasaran brasileiros ciclotímicos por mi blog

    besos

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  3. No se por qué pero la carta de Albert Cohen me recordo el siguiente extracto de poema de Roberto Juarroz:
    1
    Prólogo de un texto queignoramos,
    escribimos la vida
    sobre un soporte más frágil que papel,
    sobre una sustancia mas huidiza que el agua,
    con la sensación irreprimible
    de que ese prólogo es decididamente innecesario.
    ¿Será acaso también innecesario
    el texto que prologamos?
    Y si es así,
    ¿por qué y para qué fue escrito?
    ....
    Extracto de Undécima Poesía Vertical

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