1) EL SOL DE LA TARDE
Este pequeño cuarto, qué bien lo conozco.
Ahora lo han alquilado este y el de al lado
para oficinas, toda la casa ha sido tragada
por las tiendas de los mercaderes,
por compañías limitadas y agentes navieros....
ay, qué familiar es este pequeño cuarto!
Una vez aquí junto a la puerta, hubo un sofá
y delante de él una pequeña alfombra turca,
exactamente aquí. Y luego el anaquel con los dos
floreros amarillos, y a la derecha de ellos:
No. Aguarda. Frente a ellos (cómo pasa el tiempo)
el destartalado ropero y el pequeño espejo.
Y aquí en el centro de la mesa
donde siempre se sentaba a escribir,
y alrededor de ella las tres sillas de caña.
Cuántos años... Y junto a la ventana,
el lecho en que tan a menudo nos amábamos.
Aquellos viejos muebles
deben rondar ahora todavía alguna parte...
Y junto a la ventana, sí, el lecho.
El sol de la tarde llegaba hasta el centro de la cama.
Nos separamos una tarde a las cuatro,
por una semana nada más aquella misma tarde.
Jamás pensé que aquellos siete días
pudieran durar para siempre.
2) CAMBRA DE LA TARDOR
La persiana, no del tot tancada, com
un esglai que es reté de caure a terra,
no ens separa de l'aire. Mira, s'obren
trenta-set horitzons rectes i prims,
però el cor els oblida. Sense enyor
se'ns va morint la llum, que era color
de mel, i ara és color d'olor de poma.
Que lent el món, que lent el món, que lenta
la pena de les hores que se'n van
de pressa. Digues, te'n recordaràs
d'aquesta cambra?
"Me l'estimo molt.
Aquelles veus d'obrers - Què son?"
Paletes:
manca una casa a la mançana.
"Canten,
i avui no els sento. Criden, riuen,
i avui que callen em fa estrany."
Que lentes
les fulles roges de les veus, que incertes
quan vénen a colgar-nos. Adormides,
les fulles dels meus besos van colgant
els recers del teu cos, i mentre oblides
les fulles altes de l'estiu, els dies
oberts i sense besos, ben al fons
el cos recorda: encara
tens la pell mig del sol, mig de la lluna.
El sábado, durante una cena con amigos, defendí el verso libre. Porque alguien lo atacaba. Si hubiese tenido tu entrada a mano me habría dedicado aún más a la tortilla y menos a argumentar.
ResponderEliminar¡Qué bien que hayas vuelto!
Abrazo.
¿Quién puede discutir la evidencia de las sincronías? Siglos sin visitar un blog, ni siquiera el que fuera mío, y hoy me da por pasarme. No te asombrará que no me asombre que ayer publicaras, ¿no?
ResponderEliminarMe alegro de verte.
ResponderEliminarhttp://calla-para-siempre.blogspot.com.es/
ResponderEliminarHe leído este blog incansablemente desde que me topé con él hace unos días por azar. Seguiré viniendo (aunque sea como volver a una casa abandonada).
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